viernes, 7 de agosto de 2009

LA BREVE HISTORIA DE SARAH

Dibujo de Matisse bordado en hilo de seda sobre un alba sacerdotal por Sarah Palacios de Avilán 1956

1959-1961 Nueva York

1989-2009 en algún lugar del Caribe

"pase lo que pase siempre estaré contigo..."

1950 Caracas



1930 Caracas
Sarah en varios tiempos












LA BREVE HISTORIA DE SARAH
1925-2009

A pesar de nacer en el seno de una familia próspera de Zaraza, Edo. Guárico, la vida de Sarah no será fácil. Su joven madre Doña Ofelia Zerpa de Palacios, muere cuando apenas ella era una niña de escasos tres años.
Su Padre Don Domingo Palacios, viudo y con cinco hijos: ELBA, OSCAR, SARAH, ALICIA Y OFELIA, se ve obligado a solicitar ayuda entre la familia. Oscar y Sara crecen en la Caracas de los techos rojos, bajo la custodia de su tía Doña Paula Palacios, viuda de Carrozo y con hijos. Su “MAMÁ PAULA” la amará como su hija menor. De ella aprenderá el arte de la cocina, la costura, pues su mamaíta era modista, además del inmenso amor hacia la humanidad. Transcurridos siete largos años de vida felíz con su hermano Oscar y sus primos hermanos, su padre se casa por segunda vez y se viene a vivir a Caracas para reunir a todos sus hijos. La vida con la madrastra se hace irresistible para los hermanos Palacios Zerpa, dado que al nacer los dos medios hermanos de este matrimonio, los del primer matrimonio pasan a segundo plano. A la edad de 15 años su tía Ana Teresa Palacios, que era enfermera, le abre el camino hacia los nuevos estudios de enfermería, en aquella Venezuela heroica, de los tiempos modernos de los presidentes López Contreras y Medina Angarita.
En la naciente Escuela Nacional de Enfermeras, ENE, conoce a sus nuevos padres y guías espirituales; su admirada maestra, la señorita Manola Ricart Condesa de Roger, de Barcelona España, educada en el Sagrado Corazón de París, enfermera de La Fundación Rockefeler de N.Y., quien la distingue como su “Escudera”; así como Mons. Juan Francisco. Hernández, Párroco de Santa Teresa y Párroco de San José en esa época de la ENE, cuando fue su profesor de Religión, capellán, padrino de confirmación y guía espiritual hasta su eternidad. En sus labores como Enfermera supervisora del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, conocerá a José Miquel Avilàn Rovira, médico epidemiólogo y pionero sanitarísta, con quien contrae matrimonio en 1952, y padre de sus dos hijos; Sarita y José Miquel. Esa experiencia de vida hacen de Sarah una persona fuerte, pero de mente flexible, polifacética; abierta a los nuevos cambios y el servicio social.




Sarah posando para la foto de la portada del libro "LLAMAS DE UNA LÁMPARA"

de Mons. Juan Fco. Hernández años 40





Como vemos a veces la vida y el destino; nos roba lo más amado, o tal vez nos trunca y desvía el camino; pero nos compensa a cambio con extraordinarios seres humanos y horizontes inimaginables, de felicidad eterna. Todos los que conocimos a Sarah, no la olvidaremos nunca, especialmente, su esposo por 57 años José Miguel, sus hijos Sarita y José Miguel, su nieta Gabriela, su yerno Rogelio, demás familiares y amigos.

José Miguel Avilán Palacios 26-Junio- 2009


No hay comentarios:

Publicar un comentario